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Acuerdo prenupcial – Características y Requisitos del contratos prenupciales
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La verdad es que las parejas deberían asesorarse antes de casarse y no al divorciarse.
Así, se puede ver bien los roles que cada uno tendrá en el matrimonio, y prever lo necesario según el régimen que mejor se adecue a la situación prevista.
¿Qué es un acuerdo prenupcial?
El acuerdo prenupcial es el contrato celebrado entre los futuros cónyuges (antes de casarse) con la finalidad de regular (y por ende procurar evitar un conflicto) por el régimen patrimonial del matrimonio, sus efectos y características especiales. Como se verá, la ley fija qué materias pueden ser objeto de convenio prenupcial, y en qué condiciones. 
Básicamente, permite inventariar y valuar los bienes y deudas existentes al momento del matrimonio, así como elegir entre el régimen de separación de bienes o comunidad de ganancias (ganancialidad).
Condiciones y requisitos del convenio prenupcial.
El art. 446 del cód. civil y comercial (CCC) prevé que “antes de la celebración del matrimonio los futuros cónyuges pueden hacer convenciones que tengan únicamente los objetos siguientes: a) la designación y avalúo de los bienes que cada uno lleva al matrimonio; b) la enunciación de las deudas; c) las donaciones que se hagan entre ellos; d) la opción que hagan por alguno de los regímenes patrimoniales previstos en este Código”.
Los regímenes a los que alude el inciso d) son de comunidad o de separación de bienes (ver nuestro comentario sobre los regímenes aquí). La elección del Régimen Patrimonial del Matrimonio resulta fundamental, ya que es la que determinará el modo de llevarse a cabo la liquidación de la sociedad conyugal. El régimen de Comunidad (Ganancialidad) es el régimen que se aplica si no se conviene nada.
Para que la opción del régimen patrimonial produzca efectos respecto de terceros, debe anotarse marginalmente en el acta de matrimonio.
Toda convención entre los futuros cónyuges sobre cualquier otro objeto relativo a su patrimonio es nula.
Las convenciones matrimoniales deben ser hechas por escritura pública antes de la celebración del matrimonio, y sólo producen efectos a partir de esa celebración y en tanto el matrimonio no sea anulado. Pueden ser modificadas antes del matrimonio, mediante un acto otorgado también por escritura pública.
Después de la celebración del matrimonio, (debe pasar un año) el régimen patrimonial puede modificarse por convención de los cónyuges, mediante escritura pública. También debe anotarse en el acta de matrimonio. Los acreedores anteriores al cambio de régimen que sufran perjuicios por tal motivo pueden hacerlo declarar inoponible a ellos dentro del año desde que lo conocieron.
El contrato prenupcial y el inventario
Como vemos, hoy por hoy, en Argentina están permitidos. Pero hasta el 31/7/2015 estuvieron prohibidos.
Sin embargo, siempre existió una figura jurídica válida en nuestra legislación, y que prácticamente no se usaba por desconocimiento: el “inventario”.
El inventario puede ser muy útil en muchas situaciones.
Se trata de identificar y valuar los bienes que cada uno de los dos contrayentes tiene al momento del matrimonio.
La diferencia con el contrato prenupcial es que éste permite regular muchas más cuestiones futuras y permite que las partes pacten libremente sobre más aspectos. El inventario es estático y las partes simplemente mencionan los bienes que traen al matrimonio.
Hay muchas situaciones cotidianas en las que el inventario resulta de mucha utilidad, para establecer si un bien es ganancial o propia (hay muchos objetos de valor que no son registrables y no resulta fácil identificar su origen), incluso cuando se trata de establecer la existencia de mejoras (ej. una construcción durante el matrimonio), etc.
Además, el inventario también permite valuar los bienes y determinar las deudas, en caso de existir.
¿Quiénes utilizan más frecuentemente el acuerdo prenupcial?
Quienes más lo consideran suelen ser personas mayores y con cierto patrimonio, generalmente ante el plan de un segundo matrimonio.
La ley tradicionalmente procuró proteger “al débil”, del abuso del que tiene más patrimonio, recursos e información. Pero muchas veces, esta protección sólo logra es que ese “débil” no tenga ningún derecho porque “el fuerte” no está dispuesto a casarse, por las consecuencias en su patrimonio. Por eso, poder resolver estas cuestiones debería ser beneficioso para “el débil”, que de este modo, al menos puede lograr una situación intermedia, seguramente mejor que la negativa al casamiento.
En nuestra sociedad, a muchos les resulta aún (pese al cambio legal) chocante firmar un contrato antes de casarse.
Suele plantearse que si hay amor… no hay necesidad de firmar papeles. Pero el razonamiento puede invertirse con igual fuerza convictiva: si hay amor … ¿por qué no firmar papeles? Además, acaso la "libreta" ¿no es otro papel?
Más allá de la importancia afectiva que se le asigna al matrimonio, es un acto jurídico con consecuencias patrimoniales importantes. Y la realidad es que la mayor parte de los efectos del matrimonio se ven cuando éste se disuelve. Por eso, no está nada mal asesorarse y acordar lo que se considere más adecuado (incluso cambiarlo, si es necesario, en el futuro), mientras que hay más posibilidad de dialogar sobre estas cosas. Cuando el vínculo se rompe, suele ser mucho más difícil tratar estas cuestiones.
Algunos casos conocidos.
En nuestra sociedad es aún poco común que se celebren estos acuerdos. Es mucho más común en la mentalidad anglosajona, y así se ve en las películas por ej. como algo normal.
Sin embargo, en la Argentina también se usa, incluso antes del cambio legal, cuando al menos se podía hacer un inventario, como comentamos. Así, la separación de famosos, como la de Zaira Nara y Diego Forlán no hace mucho trajo a colación el tema de los “contratos prenupciales”.
Hoy, con el nuevo código, se puede resolver la mayor parte de los problemas que en el futuro pueden plantearse en materia patrimonial.
¿Como hacer un contrato prenupcial? ¿Qué necesito?
El contrato prenupcial otorga seguridad, claridad y certeza para ambos cónyuges, y permite evitar que a futuro cualquier conflicto o disolución del matrimonio ponga en riesgo los bienes propios de cada uno.
Asimismo, los bienes detallados en el contrato prenupcial, podrán ser objeto de comercio o venta sin requerir el asentimiento o conformidad del cónyuge, ya que la exclusiva titularidad estará garantizada.
Para realizar un contrato prenupcial necesita los papeles que permiten establecer la titularidad de cada bien (ej. en el caso de inmuebles y automotores es el título, pero en casos de bienes no registrables, es más útil aún el inventario, ya que permite identificar su origen sin posible discusión futura; de todos modos, también en inmuebles sirve, cuando por ej. se determina el estado del inmueble, para luego identificar posibles mejoras).
Con esos datos, le propondremos reunirse con nuestro equipo de profesionales especializados del estudio, dónde evacuará todas tus dudas y finalmente se realizará por escritura pública ante escribano el convenio prenupcial, en caso de decidir hacerlo.
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